"En los 15 años que llevo de presidente nunca he participado en una manifestación, ni contra la LOAPA", sentenció el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, el 21 de julio de 1995. Ese día no sólo encabezó un cortejo de 20.000 personas, sino que portó una pancarta con el lema Bòsnia. La vergonya d'Europa. Pujol afirmó hace unos días que ni un presidente ni su gobierno deben participar en manifestaciones -excepto las de repulsa al terrorismo-, incluso recalcó que resulta insólito pensar en él marchando junto a decenas de miles de izquierdistas. Anteayer reiteró ante el Parlament que "por coherencia" no se manifestará.
Miquel Iceta, del PSC, tachó a Pujol de "mentiroso". "Aún está a tiempo de sumarse a la manifestación", agregó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de febrero de 2003