Tres años de lucha en los tribunales le ha costado al sindicato de enfermería Satse lograr que las administraciones públicas paguen las cuotas colegiales de sus abonados. Y esto pese a que los inicios no fueron muy esperanzadores.
Satse perdió más de 30 sentencias en los tribunales de lo Social de la región hasta que, el 22 de noviembre de 1999, el Juzgado de lo Social número 37 de Madrid, falló a su favor. El Insalud, dependiente del Ministerio de Sanidad, recurrió al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que mantuvo el mismo criterio en favor de Satse.
El Insalud recurrió entonces al Tribunal Supremo, pero volvió a perder. El 5 de julio de 2001, la Sala de lo Social del Supremo, en sentencia en la que actuó como ponente Juan Francisco García Sánchez, obligó al Insalud a pagar las cuotas de todos los médicos y enfermeras que lo reclamaran. Dos meses después, el Supremo falló en el mismo sentido, creando jurisprudencia. Tras el fallo, empezó la pugna entre el Gobierno central y los regionales para ahorrase el pago de las cuotas. "Nosotros no entramos en esto. Da igual quien pague, mientras no sean los trabajadores", sostiene José María Porras, de Satse.
La Consejería de Sanidad tiene pensado intentar eludir el gasto: para ello, tratará de dejar de pagar a los inspectores médicos su colegiación. Así, la sentencia del Supremo, que sostuvo que había discriminación y que Sanidad debía extender a las enfermeras el pago de las cuotas, quedará sin efecto. Nadie las cobrará y así no habrá discriminación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de febrero de 2003