Especialmente me refiero a los políticos del partido que está en el Gobierno y en el Ayuntamiento de Madrid desde hace años, porque a los de otros partidos se les puede conceder, al menos, el beneficio de la duda.
Es indignante oír las promesas de que van a llevar a cabo obras y realizaciones que han tenido la oportunidad de hacer y no han querido o podido. Y ahora, a la vista de las elecciones, desaparecen las imposibilidades y todo parece fácil.
Esto nos hace preguntarnos varias cosas: ¿era posible antes y conscientemente lo han negado para reservarse la baza como promesa electoral?
Entonces, los ciudadanos somos moneda de cambio para sus intereses, no los nuestros. Si antes no era posible, ¿por qué sí lo va a ser a partir de mayo? ¿Magia, milagro, master de formación política acelerada para aprender en unos meses?
Hacer siete hospitales cuando no han hecho ni uno da un poco de risa si no fuera un tema tan serio, pero lo que ha colmado mi enfado es oír que van a hacer 50.000 viviendas en el casco antiguo a precios razonables, después de que han permitido que la situación llegue a unos extremos vergonzosos en materia de precios.
¡Que le pregunten su opinión al respecto a los jóvenes que están intentando encontrar una primera vivienda con sus primeros sueldos! Y del tráfico, ¿también tienen la solución?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de febrero de 2003