La nueva publicidad en las estaciones de cercanías Renfe dice: "Viajar con billete te ahorrará contratiempos". Pero sólo reparamos en ella el día que aparece ese contratiempo, que comienza el nuevo periodo de bono mensual, y que esa mañana nos llevaron al trabajo en coche y que a la vuelta había que comprar billete; además, en los momentos de espera no sonó la nueva megafonía que amenaza con sanción, o que en la estación todavía no han puesto los tornos giratorios que te impiden el paso sin billete.
Subo al tren y antes de arrancar, el revisor se acerca y me pide el billete, lo busco y me encuentro con el bono mensual caducado. El revisor, firme, dice: "¡Señora baje a comprar el billete o pague la sanción de 6.30 euros". No atiende a ningún tipo de explicación. Yo bajo, el tren parte. Los que hacemos realidad este tipo de transporte somos los clientes asiduos, y éste es el nuevo trato que se nos da cuando por cualquier motivo nos olvidamos del billete. Hasta hace unos días los revisores vendían billetes en el tren sin sanción alguna.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de febrero de 2003