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Antic elogia a sus jugadores

La buena racha del Espanyol se truncó justo el día en que menos lo deseaba su afición. El equipo de Javier Clemente se desinfló y desperdició la oportunidad histórica de enviar a su rival ciudadano, el Barça, a puestos de descenso. El 0-2 dejó a Clemente con dudas y pemitió a Radomir Antic, técnico del Barcelona, aparecer sereno, prudente y sonriente tras el partido. Pero no eufórico. El técnico tuvo un discurso cauto, aunque muy elogioso respecto a sus futbolistas: "Hemos jugado con autoridad, sabiendo lo que se hacía en el campo, y algunos jugadores rozaron la perfección".

Después de cinco jornadas sin conocer la victoria, el Barcelona cogió aire con vistas al retorno a la Liga de Campeones el próximo martes, ante el Inter, que ayer perdió por 2-1 en campo del Chievo Verona, pese a un gol de Vieri. "La victoria nos da moral, pero que nadie se llame a engaño, como si todo estuviera solucionado...", comentó. "El Barça necesita una serie de victorias continuadas para terminar con la crisis. Por el momento, ganar al Espanyol nos da tranquilidad para recibir al Inter".

"No nos podemos relajar", corroboró Puyol. "Ojalá sea el triunfo para reactivarnos", añadió Bonano. "Necesitamos continuidad y equilibrar más al equipo, no ser tan cambiantes en el juego".

En un intento de "positivizar las cosas", Antic habló bien de varios jugadores. De Kluivert: "Hizo un gran trabajo estratégico"; de De Boer: "Nos da autoridad defensiva"; de Cocu: "Su sentido táctico nos permitió corregir errores defensivos", y de Xavi, que jugó 70 minutos con una luxación en el hombro derecho. "Estoy encantado con mis jugadores", sentenció Antic.

Clemente, por su parte, se mostró sorprendido por la actitud de sus jugadores en el primer tramo. "No me esperaba que estuvieran tan temerosos", confesó el técnico vasco. "Nos ha salido el peor partido de todos. Me ha sorprendido que estuvieran tan apagados y fríos". Pero enseguida halló la clave: "Ha sido un problema de agresividad. No hemos robado balones y hemos dejado que el Barça recibiera sin presionar".

Antes del derby, desde el Espanyol sólo se habían escuchado manifestaciones de confianza. Después, hubo lamentos. "Estamos jodidos", dijo sin miramientos el meta Toni.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de febrero de 2003