La reunión que la Organización Mundial del Comercio (OMC) celebró ayer en Tokio ha puesto en evidencia las dificultades para alcanzar acuerdos multilaterales en el sector agrícola. Ese encuentro informal culminó sin un acuerdo sobre cómo liberalizar el mercado agrícola, aunque los 22 países participantes pactaron alcanzar un compromiso antes de la fecha límite, el 31 de marzo.
El presidente del grupo negociador de la agricultura en la OMC, Stuart Harbinson, presentó un documento que suscitó el rechazo de todas las partes. El texto proponía recortar entre un 25% y un 45% los aranceles de importaciones agrícolas y suprimir hasta un 60% los subsidios.
Los principales países exportadores, entre ellos Estados Unidos, piden reducir todos los aranceles un 25%. Los importadores, como la Unión Europea y Japón, prefieren recortes arancelarios producto por producto, con una media del 36%. La oposición más furibunda a la propuesta procedió de la UE, que considera el texto favorable a los grandes exportadores, en detrimento de los países europeos y los subdesarrollados. La reunión se vio acompañada de una manifestación que convocó la central agrícola japonesa JA Zenchu y en la que participaron unas 10.000 personas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de febrero de 2003