Unas 400.000 personas, según los convocantes, y 200.000 según fuentes policiales, salieron ayer por la tarde en la ciudad de Zaragoza a decir no a la guerra, a Bush y al ataque contra Irak. El centro de la ciudad quedó completamente colapsado. De Greenpeace a Intermón, del Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad a la CGT, la Federación de Padres de Alumnos, los sindicatos UGT, CC OO, CSIF, o USTA. La riada terminó en la plaza del Pilar, que estaba a rebosar cuando entraba la cabecera portada por miembros de la Asamblea Ciudadana contra la Guerra.
Todos los partidos políticos, menos el PP, el presidente de la comunidad, Marcelino Iglesias, dirigentes del restos de las formaciones -Chunta, Par, IU-, eran absorbidos por una marea humana que lucía pegatinas, carteles y sujetaba pancartas que rezaban no a la guerra. La Policía Local daba la cifra de 200.000 personas, pero los organizadores la doblaban. Lo cierto es que la marcha volvió a recordar las multitudinarias protestas contra el Plan Hidrológico y el Trasvase del Ebro. Pero en esta ocasión sólo se manifestaban vecinos de la capital, y lo hacían "en una protesta global, la más justa y solidaria, como otros ciudadanos de todo el mundo".
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Andorra, Alcañiz, Alcorisa, Barbastro, Calatayud -entre los manifestantes de esta ciudad había dos concejales del PP, a título personal-, Ejea, Gallur, Tarazona o Caspe son algunas de las localidades aragonesas donde también hubo ayer concentraciones solidarias. En Huesca capital los más de 5.000 manifestantes, en la segunda protesta más numerosa desde la democracia, recorrieron las calles del centro para escuchar un comunicado leído por dos periodistas. En Teruel la nieve no impidió una numerosa protesta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de febrero de 2003