Vicente Rambla, consejero de Economía, asumió ayer en Alicante que la tensión internacional genera "incertidumbre" y concedió que la situación prebélica "lógicamente tiene repercusiones en la actividad empresarial de la Comunidad Valenciana". Sin embargo, insistió en considerar "aventurado e irresponsable valorar cuál podría ser la incidencia de un conflicto de esas características" sobre la evolución de la economía regional. Más aún, se mostró optimista sobre una posible evolución pacífica del conflito: "Las últimas noticias que vamos teniendo parecen apuntar a que llegaremos a una solución que no culminará con ese conflicto armado".
Antonio Galiana, presidente de la Federación del Calzado y presente en el mismo acto, sin embargo, sí se permitió adelantar la posible repercusión de una guerra en Irak sobre el negocio en su sector. Galiana recordó que las ventas de calzado se redujeron un 50% como consecuencia de la última Guerra del Golfo, hace 12 años.
Y el contexto internacional no es precisamente el mismo. El propio Galiana apuntó la competencia de los productores asiáticos, donde la mano de obra intensiva es muy barata, y recordó que las exportaciones de calzado ya se redujeron un 3% a lo largo de 2002.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de febrero de 2003