Washington y Londres todavía no han encontrado las palabras adecuadas de una resolución contra Irak. El texto que debían presentar esta semana en el Consejo de Seguridad podría tardar unos días más. Los dos socios se han resignado a prolongar el debate hasta primeros de marzo con la esperanza de resquebrajar el muro de protestas con el que se enfrentan en la ONU. También esperan que Bagdad se niegue a cumplir un régimen más duro de inspecciones. El jefe de la agencia de desarme, Hans Blix, pedirá a Irak que destruya sus misiles Al-Samud por violar los límites fijados por la ONU.
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Blix ya anunció en el informe que presentó el pasado viernes que dos tipos de misiles recientemente desarrollados por Irak, Al-Samud y Al-Fatah, superaban el límite de 150 kilómetros impuesto por las resoluciones de la ONU. En una carta de la que Unmovic -la agencia de desarme- no dio ayer detalles, Blix exigirá a Bagdad que destruya los primeros, considerados como los más peligrosos.
El ambiente en la ONU en estos momentos no es el más propicio a una iniciativa estadounidense. En una sesión abierta del Consejo de Seguridad que duró dos días, 56 países, incluidos aliados como Jordania, Turquía y Arabia Saudí, multiplicaron los discurso en contra de la guerra. Sólo Australia, Japón, Argentina y Perú respaldaron a Washington.
"Ir a la guerra sin haber agotado todas las otras opciones sería un fracaso para el Consejo de Seguridad", dijo el embajador de Suráfrica, Dimisani Kumalo, en nombre de los 115 países que habían pedido el debate.
La virulencia y unanimidad de los ataques, las manifestaciones del pasado fin de semana y el informe algo más positivo de los inspectores de desarme han complicado sustancialmente los planes de EE UU, que podría aplazar su proyecto de resolución hasta principios de la próxima semana. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, confirmó que el Gobierno intervendrá en la ONU en el "momento apropiado", "esta semana o la siguiente", y presentará un texto que "dará a Irak una última oportunidad".
Diferencias tácticas
Londres, afirmaba el diario británico The Times, tiene serias diferencias tácticas con Washington y ha pedido otorgar más tiempo a las inspecciones. El representante británico ante la ONU, Jeremy Greenstock, afirmó que "el debate se prolongará más allá del primero de marzo". En el aire está la fecha propuesta por Francia del 14 de marzo, pero descartada por la Casa Blanca. EE UU, en un principio, sólo pensaba esperar hasta el próximo informe de Hans Blix, a finales de este mes.
Madrid podría apuntarse a la iniciativa, aunque espera el texto antes de tomar una decisión. "Ha habido conversaciones entre las tres capitales y no se descarta cualquier combinación", dijo una fuente diplomática. José María Aznar tendrá ocasión de hablar del tema cuando se entreviste este fin de semana con el presidente George W. Bush en su rancho de Tejas.
Se barajan dos hipótesis: que Estados Unidos presente un texto relativamente inocuo y fácil de aprobar, que simplemente resalte la falta de cooperación de Irak, o, por el contrario, apueste por una resolución contundente, que subraye la "violación patente" de Bagdad y fije un ultimátum.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de febrero de 2003