Cuatro compañeros de piso de María Elvia S. G., la mujer ecuatoriana que en febrero de 2002 dio a luz un varón en su domicilio y lo arrojó a un contenedor de Alcobendas tras haberlo metido en una bolsa de basura, por lo que murió por asfixia, indicaron ayer que no sabían que ésta estaba embarazada.
Janette Magdalena G. L. -que compartía piso con Elvia y con otros siete compatriotas-, afirmó que la mañana en que ocurrieron los hechos encontró a la procesada ensangrentada en la cocina.
Según su versión, la imputada le dijo que había expulsado una "bola de sangre" y que la había arrojado al contenedor, aunque no le especificó por qué lo había hecho. Asimismo, Janette relató cómo poco antes de hallar a María Elvia en la cocina escuchó el llanto de un bebé, aunque no supo discernir si se trataba del hijo de la joven.
"Me fui a mi habitación y no salí en todo el día, porque estaba muy traumatizada tras haber visto a Elvia en ese estado", indicó la mujer. Ésta, no obstante, precisó que posteriormente exigió a la acusada que le contase la verdad y que ésta confesó que había dado a luz un bebé, sin que supiera si era niño o niña, y que lo había tirado a la basura. La testigo explicó que, aunque tenía buena relación con ella, era una joven "muy callada y cerrada".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de febrero de 2003