Paz, verdad, justicia. Estos tres imperativos morales se repiten en la "nota pastoral" emitida ayer por la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). "La guerra no es un medio como cualquier otro, al que se puede recurrir para solucionar las disputas entre las naciones. Se deben agotar todos los medios para evitarla", proclaman. El conflicto bélico en germen también mereció ayer la repulsa del Secretariado para la Justicia Social de la Compañía de Jesús. "La guerra es la derrota de la humanidad", opinan los jesuitas.
En línea con el discurso pacifista de Juan Pablo II, la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, reunida en Madrid desde el martes pasado, aprobó una nota pastoral titulada La Paz, don de Dios e imperativo moral, en la que apuesta por "agotar todos los medios para evitar la guerra". Los obispos se unen a las gestiones del Papa en favor de la paz y confían en que los gobernantes sepan eliminar "toda razón que pudiese justificar el uso de esa 'solución extrema' que es la intervención armada".
"La paz es posible. Las guerras son evitables, pues no son ningún producto necesario del destino ciego, sino que tienen su raíz última en los pensamientos y las decisiones equivocadas de los hombres, que las incitan o las provocan. La paz verdadera exige el respeto y el cultivo de la verdad, de la justicia, del amor y de la libertad, auténticos pilares de la paz", dicen los prelados citando al papa del Concilio Vaticano II, beato Juan XXIII.
Además de los cardenales Antonio María Rouco (arzobispo de Madrid), Ricard Maria Carles (de Barcelona) y Francisco Álvarez (emérito de Toledo), integran la Permanente ocho arzobispos, entre ellos el de Pamplona, Fernando Sebastián, y el primado de Toledo, Antonio Cañizares, y trece obispos.
El documento -apenas un folio y medio- se publica como "nota pastoral", la misma categoría que el emitido a finales del año pasado contra el terrorismo y los nacionalismos excluyentes. Consta de seis puntos y comienza reconociendo que "la amenaza de guerra en Irak es causa de honda preocupación en todo el mundo y también en España". Además, se presenta como "una palabra que ayude a iluminar la conciencia de los católicos españoles y que les sostenga en su compromiso en favor de la paz". Citando al Papa, los prelados españoles subrayan también que "el derecho internacional, el diálogo leal, la solidaridad entre los Estados, el ejercicio tan noble de la diplomacia, son los medios dignos del hombre y de las naciones para solucionar sus contiendas".
Añaden: "El recurso a la guerra es una de las decisiones políticas que, sin duda alguna, tiene que ver con principios morales ineludibles. Como recuerda la Carta de la Organización de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, no puede adoptarse, aunque se trate de asegurar el bien común, si no es en casos extremos y bajo condiciones muy estrictas, sin descuidar las consecuencias para la población civil, durante y después de las operaciones".
Nada más conocer este documento episcopal, el Gobierno de José María Aznar, por boca de la ministra Ana Palacio, aseguró que "tendrá en cuenta" sus criterios como una "contribución cualificada al debate".
Sin "legitimidad moral"
No sólo los obispos españoles alzaron ayer su voz para evitar esta guerra por "un imperativo moral", en contra de lo que sostiene el Gobierno de Aznar. También lo han hecho los líderes de las iglesias católica y anglicana de Gran Bretaña, arzobispos Murphy O'Connor y Rowan Williams. Pastores eclesiásticos en un país cuyo Ejecutivo está igualmente decidido a apoyar sin matices los ímpetus belicistas del presidente de EE UU, George Bush, estos dos arzobispos han emitido un durísimo comunicado conjunto en el que ponen en duda la "legitimidad moral" de esta guerra y apremian a todas las partes a llevar el proceso de paz y de desarme de Irak a través de las Naciones Unidas.
De la misma tesis son los jesuitas españoles. "Una guerra preventiva no es moralmente sostenible", dicen en un comunicado difundido por Ivicon, la agencia de noticias de la Conferencia Española de Religiosos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de febrero de 2003