Doñana será uno de los modelos de integración de un parque natural con su entorno, que utilizará el Centro de cooperación del Mediterráneo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en el congreso mundial que celebrará en Durban (Sudáfrica) en septiembre. El director de este Centro, Jaime Skinner, que en octubre de 2001 abrió sus puertas en Málaga, fue ayer el anfitrión de una reunión de la UICN en la que participaron representantes de diez países, en la que se revisó el trabajo de esta unidad instalada en el PTA.
Skinner destacó dos prioridades de su centro: que las áreas protegidas no vivan aisladas de su entorno urbano o agrícola, "sino que contribuyan al desarrollo local, a crear empleo y actividad económica", y que no haya "vacíos en la biodiversidad protegida". En este campo destacó que "la riqueza más importante del Mediterráneo es la flora, hay 25.000 especies de flores, de las que un 40% son endémicas".
Este centro de cooperación del Mediterráneo, que contó con el apoyo de la Junta de Andalucía y el Gobierno español, tiene 150 miembros, 15 estados, 11 agencias gubernamentales y el resto ONG. Entre sus proyectos hay planes de conservación de tiburones y cetáceos, o de control de la expansión de la malvasía canela desde el norte de Marruecos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de febrero de 2003