La ambición de Gari Kaspárov, que en abril cumplirá 40 años, sigue siendo enorme. Triunfar en el torneo de Linares (Jaén) por novena vez, y quinta consecutiva, es fundamental para que nadie ose cuestionar el dominio del ruso. Cuatro de sus rivales intentarán impedirlo desde hoy en la 25ª edición del Wimbledon del ajedrez: el ruso Vladímir Krámnik, el indio Viswanathan Anand, el ucranio Ruslan Ponomáriov y el húngaro Peter Leko. Y los otros dos no dejan de progresar: el azerbaiyano Teimur Radyábov, de 15 años, y el español Paco Vallejo, de 20.
"Aún me queda energía para ser el número uno un par de años más", dijo Kaspárov a este periódico en Bled (Eslovenia) hace cuatro meses. El periodista le preguntó entonces por sus objetivos en ese tiempo y fue interrumpido: "¡Eh, cuidado! En inglés, un par de años es una expresión más genérica que dos años. Pueden ser tres o cuatro".
Tras ganar sus diez últimos torneos de ajedrez clásico (dos horas para los primeros 40 movimientos y siete de duración máxima), Kaspárov quiere entrar en el quinto decenio de su vida con tres victorias que le consoliden como el mejor ajedrecista de siempre: Linares, el duelo frente a Ponomáriov por el título de la Federación Internacional (FIDE) , probablemente en junio en Buenos Aires, y el que disputará en noviembre el vencedor de ese encuentro con Krámnik, el campeón del mundo oficioso desde que le destronó en 2000, o Leko, el vencedor de los candidatos oficioso. Gracias al armisticio firmado con la FIDE tras diez años de guerra frontal, Kaspárov vislumbra la perspectiva de ser otra vez el único campeón y retirarse en loor de multitudes.
Krámnik, de 27 años; Ponomáriov, de 19, y Leko, de 23, juegan en Linares para probar que son capaces de abatir a El Ogro de Bakú. Y en mejor forma aún parece estar Anand, ganador en Wijk aan Zee (Holanda), donde estaban los mejores excepto Kaspárov. Además, el ex campeón oficial está enrabietado porque ha sufrido una injusticia: la FIDE le ha apartado del ciclo de reunificación a pesar de que siempre cumplió a rajatabla sus contratos con ese organismo.
Ninguna partida de las doce que va a disputar en Linares hasta el 9 de marzo (Liga a dos vueltas) será fácil para Kaspárov. Incrustado en la élite con sólo 15 años, Radyábov es un fenómeno a quien muchos ven como el futuro rey. Y Vallejo, de 20, campeón mundial sub 18, ya se ganó el respeto de las estrellas en 2002. Y también anunció en Bled: "Estoy acumulando mucho entrenamiento de calidad. Los frutos se verán en el primer trimestre de 2003".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de febrero de 2003