El cambio de imagen del Barcelona se consolida. Radomir Antic continúa teniendo mano de santo. "Da gusto ver a este equipo", dijo el técnico serbio tras el choque. No le falta razón. Anoche, ante el Betis, los azulgrana reafirmaron el juego vertical y directo impuesto por el técnico yugoslavo, estuvieron más prestos en las transiciones y, en el primer tramo, se agruparon bien cuando el Betis marcó el compás de un encuentro que se le puso cuesta arriba desde el primer minuto. Y sobre todo fue la confirmación de Saviola como el arma letal en el área al firmar un hat trick. El argentino elevó a once su cuenta goleadora en la temporada, cinco de ellos desde que llegó Antic al banquillo del Camp Nou.
"Casi es un récord para el Guiness". Con esta frase valoró Antic el hecho de que el equipo no haya encajado ni un gol en los últimos tres partidos frente a "equipos ofensivos" como el Espanyol, el Inter y el Betis. El técnico yugoslavo, que se congratuló por el acierto en las jugadas a balón parado que originaron los tres primeros goles del Barça, recordó que "hace dos semanas se hablaba de Segunda división y si hemos dado vuelta a la tortilla y convertido el ambiente de pesimismo en optimismo es algo positivo".
El Barça rompió el guión de Víctor Fernández de un zarpazo. El técnico aragonés recibió un jarro de agua fría cuando Saviola y Cocu destrozaron, en sendas jugadas de estrategia, la línea de tres centrales integrada por Arzu, Filipescu y Melli. Con el partido en contra, el Betis no pudo desplegar su potencial por las bandas con los extremos Denilson y Joaquín, bien sujetados por Reiziger y Sorín.
El entrenador del Betis, Víctor Fernández, consideró que el Barça había logrado un triunfo merecido: "Con un 4-0 pocas explicaciones se pueden dar", resumió antes de lamentarse de las múltiples ocasiones desperdiciadas por su en la primera mitad. Mientras, el Barça, según el técnico bético, "ha tirado tres veces a puerta en la primera mitad y ha metido tres goles".
Fernández continuó hablando de la fortuna que no acompañó a los suyos: "Si digo que hasta el minuto 8 del segundo tiempo el Betis estaba jugando bien probablemente se van a reír. Hasta entonces no había ningún olé por parte del público del Camp Nou, debido a las ocasiones de las que estábamos disfrutando", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de febrero de 2003