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Artur Heras muestra sus impresiones de Yugoslavia en una carpeta artística

Artur Heras asistió el pasado año a un encuentro artístico en una antigua nave abandonada de la ciudad yugoslava de Kikinda, donde modeló en compañía de otros creadores un trabajo con lodo del Danubio en un contexto marcado por la posguerra. "Fue una experiencia interesante", afirma el artista valenciano, que ahora ha plasmado sus impresiones del viaje a la castigada geografía de aquella zona de Europa en la carpeta de obra gráfica The Yugoslav depresión, presentada el pasado viernes en la galería Leonarte de Valencia.

La carpeta incluye serigrafías, con 50 ejemplares estampados, mientras que una pequeña exposición que se clausuró el sábado incluye dibujos de un cuaderno de viaje. De hecho, Heras no dejó de hacer "dibujos de campo" durante su estancia en Kinkinda y en la antigua Yugoslavia sobre el paisaje y el entorno a modo de "bloc de notas".

Algunos de los trabajos de la exposición suponen una traslación de la obra realizada en Yugoslavia, como esa imagen de las esculturas despiezadas, envueltas en plásticos y telas, a la espera de la cocción en el horno; otras son notas, apuntes sobre el río Danubio, por ejemplo, impresiones generales sobre un paisaje, caracterizado por una "extensión interminable del horizonte", que sugestiona también la imaginación del artista.

El ensayista y editor Gustau Muñoz participó en el acto de inauguración de la exposición, que ha servido de presentación de esta experiencia artística de Artur Heras.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de febrero de 2003