El Gobierno está preparando nuevas medidas para asegurar que el sector del cable quede "completamente" liberalizado, con el fin de reforzar la competencia y dar un impulso a un mercado que también se ha llevado su parte en la "crisis global" de las telecomunicaciones. Así lo anunció ayer en Barcelona Josep Piqué en unas declaraciones a Europa Press en las que el ministro de Ciencia y Tecnología dio por superado el modelo de concursos que en su día se adoptó para adjudicar las concesiones de cable en distintas demarcaciones.
Pese al golpe que los operadores de cable han sufrido ante el giro estratégico que supuso la apuesta de Telefónica por la tecnología ADSL para ofrecer comunicaciones de banda ancha, Piqué subrayó que el cable es "interactivo" y que tiene "gran futuro a medida que coja economías de escala" y su utilización sea "masiva" como para amortizar las inversiones que requiere su despliegue.
Las medidas que adopte Ciencia y Tecnología sobre el cable forman parte del "nuevo modelo de liberalización" que el Gobierno quiere diseñar, y que se plasmará en el marco jurídico que contempla la nueva Ley General de Telecomunicaciones. Piqué señaló que el anteproyecto de esta ley, actualmente en el Consejo de Estado, será remitido al Congreso antes de que finalice este mes.
En sus comentarios sobre la situación que vive el sector, en los que Josep Piqué siempre ha mantenido que ve con "simpatía" los procesos de concentración de operadores para asegurar alternativas sólidas a Telefónica, el ministro se refirió a la venta por el grupo Auna de su negocio audiovisual. Piqué admitió que el Gobierno ha recomendado a Auna que los activos de Retevisión Audiovisual, entre los cuales está El Pirulí de Madrid y la Torre de Collserola en Barcelona, recaigan en compradores que tengan "mentalidad industrial", y no a empresas financieras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de febrero de 2003