La Gran Vía, cortada al tráfico ayer mientras se desarrollaba la manifestación de Nunca Máis, se convirtió por unas horas en un paseo peatonal y tranquilo, como se aprecia en la foto. Durante ese tiempo, la Gran Vía recordó a la de la famosa escena de Abre los ojos, película de Amenábar en la que esta calle, en medio de un sueño, aparece deshabitada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de febrero de 2003