Las cinco personas detenidas el pasado viernes en Barcelona y Almería están acusadas de diez actos vandálicos realizados contra oficinas bancarias, sedes de partidos políticos y oficinas de trabajo temporal, durante los últimos cuatro años. Estos hechos "podrían ser constitutivos de un delito de terrorismo", según el auto dictado por el juez Baltasar Garzón. "Es la primera vez que en Cataluña se tipifican como delito de terrorismo unos hechos que serían desórdenes públicos o daños", afirmó ayer el abogado de los familiares de los detenidos, Jaume Asens. Los acusados tienen entre 18 y 35 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de febrero de 2003