El cierre por decisión judicial del diario Egunkaria es una mala noticia. Y lo es, sobre todo, porque el único periódico editado íntegramente en euskera puede estar relacionado con la banda terrorista ETA. El euskera, como lengua de todos los vascos, está saliendo muy mal parada de todo lo ocurrido con esta cuestión.
La lengua de nuestra tierra está en una situación difícil, fundamentalmente por dos motivos: el primero, porque quienes tenían la responsabilidad de editar el único periódico euskaldun parece que se han dejado gobernar por ETA; y segundo, porque la reacción de los responsables de PNV, EA e IU está siendo la de proteger y amparar a unos directivos que, posiblemente, han consentido que una banda terrorista decida los contenidos de una publicación, en vez de respaldar una decisión judicial que puede servir para limpiar el nombre del euskera y su utilización delictiva.
Alguien que leal y sinceramente trabaje por fomentar la lengua vasca, lo que hubiera defendido es separar la manzana podrida del resto para evitar que el único periódico en euskera sea utilizado para los mandados de unos terroristas que están acabando con las costumbres, la lengua y la cultura vascas. O, lo que es aún peor, que están acabando con la vida de ciudadanos vascos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de febrero de 2003