Creemos reflejar el sentir de una mayoría de socios del Athletic ante la increíble situación que vive el primer capitán del equipo, Julen Guerrero, situación de ostracismo que no acabamos de entender y que consideramos que se escapa de criterios exclusivamente futbolísticos. Como el desprecio continuado del entrenador no ha sido suficiente para desquiciarle -lleva calentando la banda durante media temporada para no jugar nunca más de cinco minutos- hemos pasado en los últimos días a una campaña más sibilina. En determinados medios de comunicación han aparecido una serie de artículos en los que, sintetizando, venían a decir que Julen Guerrero no sirve ya ni como suplente. Han llegado a pedir que, como su contrato no finaliza hasta el 2007, "merece la pena que el club tome cartas en el asunto cuanto antes". Estos artículos han ido acompañados de entrevistas y reportajes que magnifican los aciertos de Heynckes durante esta temporada y obvian sus innumerables errores.
Detrás de todo esto sospechamos que hay demasiados intereses. Y todo ello lo paga Guerrero, el último mito del Athletic. Un chaval que siempre ha sido respetuoso con la institución, con sus compañeros y, sobre todo, con la afición. Un espejo donde se miran cientos de jóvenes futbolistas vizcainos como ejemplo de entrega y afinidad a unos colores. En este negocio del fútbol los únicos que pagamos somos los socios y aficionados, todo el resto de los nombrados cobran, y muy bien, a cuenta de nuestra afición. Por eso, los abajo firmantes queremos que la junta que preside Uria tome cartas en el asunto, que proteja jugadores como Julen, que son los que hacen que el Athletic sea lo que es, con unos valores futbolísticos y humanos que nos diferencian del resto de clubes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de febrero de 2003