La paella, la bandera, la lengua, las fallas y ahora el PHN. Podría servir cualquier cosa para poner en evidencia "las dos Valencias", las que nunca van juntas y las que jamás conseguirán nada que, de verdad, valga la pena.
No nos falta ocasión para burlarnos o despreciarnos los unos a los otros, de reírnos de los sentimientos del sector opuesto. Cuando nos reímos de las 401 paellas o de cómo se ha planteado la fiesta a favor del PHN creo que no estamos contribuyendo a nada positivo, porque hay muchas personas que lo consideran algo muy serio, creen que se están jugando su futuro y merecen un mínimo respeto por ello.
Si existe un problema del agua deberíamos estudiarlo todos juntos, explicar a los agricultores las alternativas y tratar de escuchar sus problemas. Hay una solución y podemos alcanzarla entre todos, pero desde el respeto mutuo.
Los partidos valencianos deberían darse cuenta y tratar de ir juntos, de una vez, por una Comunidad que, de otra forma, no tendrá futuro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de febrero de 2003