Los 23 ocupantes de un helicóptero militar colombiano murieron ayer al estrellarse el aparato en una zona montañosa en el departamento de Cesar, a unos 500 kilómetros al noreste de Bogotá, cerca de la frontera con Venezuela. La aeronave, un Black Hawk de fabricación estadounidense, estaba tripulada por seis militares y transportaba a otros 17 de la Fuerza de Despliegue Rápido, una unidad de élite contrainsurgente.
La aeronave accidentada formaba parte de una flotilla de tres helicópteros que en la mañana de ayer realizaba "operaciones ofensivas", en una región en la que actúan las dos guerrillas más importantes del país, las FARC y el ELN. Según fuentes castrenses, el helicóptero se estrelló por el mal tiempo, que obligó a los tres aparatos a separarse e hizo que perdieran contacto entre ellos.
La desaparición de la aeronave se produjo sobre las 6.30 hora local (12.30 hora española), cuando se declaró la emergencia y se inició la búsqueda del aparato.
El Black Hawk, que hacía el trayecto entre las aldeas de La Loma y Curumaní, fue encontrado a 17 kilómetros al norte de la población de Pailitas, aunque el mal tiempo dificultaba ayer las labores de acercamiento a la zona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de febrero de 2003