Actúa de tal forma que quieras que tu norma de conducta se vuelva norma de conducta universal. Algo así decía Kant. Desde esta máxima, tan próxima en esencia al cristianismo, puedo apoyar y defender el aborto de esa niña nicaragüense. Y desde esta máxima puedo condenar la postura de la Iglesia que emplea un rasero para sus misioneras y otro para las niñas nicaragüenses.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de febrero de 2003