Me dirijo a la opinión pública para insistir en la necesidad de ayuda que tiene la asociación Síndrome de Down. Todos los colectivos y asociaciones "benéficas" tienen derecho a que los artistas, toreros, etcétera, les ayuden a recaudar fondos para sus fines. La solidaridad que muestran estos colectivos con las personas y organizaciones que necesitan ayuda económica es encomiable y hay que estar y ser agradecidos a las personas que trabajan desinteresadamente por ese fin.
Pero también es cierto que las colaboraciones casi siempre se centran en una o dos asociaciones, ONG, etcétera, y la nuestra, la del Síndrome de Down, tiene unos problemas difíciles de resolver tanto a nivel económico como de gestión, dada la ubicación tan diseminada de nuestros asociados y sus problemas específicos.
Desde estas líneas lanzo una llamada de atención a personalidades, organismos, asociaciones y entidades para que nos ayuden también.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de febrero de 2003