La Escuela de Idiomas Modernos de la Universidad de Barcelona (UB) tiene un déficit acumulado de 1,2 millones de euros. La UB reconoce la "delicada situación económica" y asegura que "está trabajando de forma cooperativa y constructiva con los profesores para garantizar la actividad" y la viabilidad del centro, gestionado por la Fundación Bosch i Gimpera. El centro, que no recibe subvenciones, acoge a 5.000 alumnos y 59 profesores, 48 con contrato indefinido.
El pasado miércoles, la Comisión de los alumnos alertó de la "profunda crisis" del centro. La dirección "pretende despedir a algunos profesores, disminuir sus sueldos, aumentar su jornada laboral y subir el precio de la matrícula", explicó Marc Corral, portavoz de la comisión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de febrero de 2003