El Museo Naval podrá conservar una carta plana de navegación o portulano de la primera mitad del siglo XVI, procedente del expolio de 493 volúmenes de la Biblioteca Diocesana de Zamora, según una resolución del Tribunal Supremo que considera prevalente la conservación y la "exposición al interés científico y al público" que puede hacer un museo estatal frente al derecho de la institución eclesiástica.
El pergamino se encontraba adherido a las tapas de uno de los libros sustraídos, entre 1994 y 1995, por el entonces director de la Biblioteca Diocesana de Zamora, Manuel de las Heras Lozano, y que éste entregó al bibliógrafo y especialista en libros antiguos José Luis Escudero López. Éste halló el pergamino al desencuadernar el libro para disimular su ilícita procedencia y consiguió vendérselo al Museo Naval de Madrid en tres millones de pesetas.
El obispado de Zamora consiguió recuperar parte de los 493 volúmenes sustraídos, entre ellos 10 incunables, valorados en más de 53 millones de pesetas, y la Audiencia de Zamora condenó a los dos implicados a un año de prisión a cada uno por delito continuado de hurto.
Pero respecto al portulano del siglo XVI, que abarca las rutas del mar Báltico y Atlántico desde la costa norte de la península Ibérica, el Supremo ha estimado que debe permanecer en el Museo Naval porque "resulta evidente" que la conservación y promoción del patrimonio histórico "se cumple de mejor manera manteniendo el bien en poder de una institución como el museo" por "obvias razones de conservación" y de "exposición al interés científico y al público".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de febrero de 2003