Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

10.000 personas claman por la paz en el concierto-protesta 'No en nuestro nombre'

Cultura contra la Guerra anuncia una gran recogida de firmas para evitar el conflicto

Más de 10.000 personas asistieron anoche al concierto convocado por la plataforma Cultura Contra la Guerra, celebrado en la plaza de Vistalegre de Madrid bajo el epígrafe No en nuestro nombre. El acto reunió a primeras figuras de la música y a una nutrida representación de la cultura y la política. El Gran Wyoming, que actuó como maestro de ceremonias, anunció la apertura de una gran campaña de recogida de firmas en todo el país en contra de la guerra. Las actuaciones fueron presentadas por rostros populares del cine y de la televisión, mientras un público variopinto coreaba consignas contra la intervención armada y el Gobierno español, al que Wyoming acusó de "venderse" a EE UU.

A las ocho en punto de la tarde, el Gran Wyoming abría un concierto-fiesta en el que los gritos más coreados por los asistentes fueron los de "No a la guerra" y "Nunca màis". El ambiente entre el público fue de total entrega a cada uno de los guiños más o menos evidentes, e incluso a las proclamas más claras y duras como, por ejemplo, la que Wyoming expresó nada más iniciarse el festival: "En España, lo único que se vende es el Gobierno, con su presidente a la cabeza. El pueblo no se vende y no quiere la guerra".

Diez minutos antes de comenzar el concierto, el recinto mostraba ya un lleno casi total. En el tendido bajo de la plaza cubierta, una amplia representación de políticos del PSOE e IU, entre ellos Gaspar Llamazares e Inés Sabanés (IU), y José Luis Rodríguez Zapatero, Trinidad Jiménez, Rafael Simancas y Jesús Caldera, del PSOE. Al ver las gradas llenas, Zapatero dijo que sentía "gratitud por el grado de compromiso que manifiesta esta ciudad,".

Sobre el escenario iban desfilando grupos y artistas como Jorge Drexler, Cómplices, Wyoming y Reverendo, José Antonio Labordeta, el intérprete de laúd iraquí Nasheer Shamma, Víctor Manuel y Ana Belén, Miguel Ríos, Siniestro Total, Joaquín Sabina, Alex Ubago, Carmen Paris, Kiko Veneno y Enrique Morente, cerrando el espectáculo el grueso de participantes con la interpretación a coro del tema Sólo le pido a Dios.

Los momentos más emocionantes se produjeron cuando Javier Gurruchaga esgrimió su vozarrón para entonar el Imagine de John Lennon. Julián Hernández, por su parte, ponía la carne de gallina con su desesperado grito por los gallegos. También resurgieron melodías del pasado, como el Canto a la libertad de Labordeta o el Cómicos de Víctor Manuel; temas que, según ambos autores, ninguno de los dos pensó que tendría que volver a cantar de nuevo. Ana Belén y Sabina acudieron a lo mejor de su repertorio y A la sombra de un león y Pongamos que hablo de Madrid resonaron en nombre de la paz.

Fue una hermosa noche, que recordó a los mítines de la incipiente democracia de los años setenta.

Las presentaciones corrieron a cargo de actores como Ana Duato, Pastora Vega, Verónica Forqué, María Barranco, Silvia Marsó oSantiago Segura, a los que se sumaron el grupo de presentadores del desaparecido programa de televisión Caiga quien Caiga, y Juan Luis Cano, de Gomaespuma. Wyoming anunció desde el escenario la apertura de una campaña de recogida de firmas en todo el país, promovida por el acuerdo entre todas las fuerzas políticas, excluido el PP, en su unidad contra la guerra, para enviarlas al presidente del Gobierno.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de febrero de 2003