Decenas de antifaces del toro del Guernica, el mural de Picasso sobre la guerra y la destrucción, recorrieron ayer La Rambla para protestar contra el eventual ataque a Irak. Bien nutrido de esqueletos, soldados heridos, diablos o damas de la guadaña, el carnaval alternativo celebrado ayer tenía un cierto aire de Día de Difuntos en previsión "del desastre que nos puede caer encima", según un participante. Y es que el carnaval -fiesta contra lo establecido- se ha adaptado como un guante a estos tiempos de protesta. Al final del recorrido, algunos jóvenes okuparon un edificio vacío en la plaza del Pi. La rua carnavalera oficial, en la avenida de la Reina María Cristina y en la que participaron más de 100.000 personas según la Guardia Urbana, también abría su paso con una enorme pancarta contra la guerra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de marzo de 2003