En una acalorada sesión que duró varias horas, el Parlamento de Turquía no aprobó ayer el despliegue de los 62.000 soldados de Estados Unidos en su territorio. Pese a que una mayoría de diputados apoyó la propuesta presentada por el Ejecutivo, el número fue insuficiente; faltaron cuatro votos. "La decisión está clara y tenemos que respetarla; es una necesidad de la democracia. Atravesamos un momento difícil y, como Gobierno, tendremos que tomar todas las medidas políticas, económicas y militares necesarias", dijo el primer ministro, Abdullah Gül.
En un Parlamento compuesto por 550 escaños, 264 diputados votaron a favor de la autorización del despliegue -una petición del Gobierno que incluía también el envío de tropas turcas al extranjero, es decir, al territorio kurdo del norte de Irak, que no controla Sadam Husein-, 250 votaron en contra y 19 se abstuvieron. Ese resultado, favorable a la propuesta del Ejecutivo islamista moderado, llevó a varios diputados a dar por autorizado el despliegue y así lo contaron a varios medios de comunicación. De hecho, desde que el Ejecutivo envió esta semana la petición al Parlamento, todos los observadores, así como el Gobierno de Estados Unidos, daban por descontado la aprobación del plan de despliegue, que consideraban un mero trámite.
Más tarde, el presidente del legislativo, Bulent Arinc, aclaró que tras la votación quedaba rechazada la propuesta, ya que, según el artículo 96 de la Constitución turca, es necesario que la mitad más uno de los diputados presentes voten en favor de una petición del Gobierno. En el caso de ayer, con 533 diputados presentes, eran necesarios 268 votos afirmativos.
Bulent Arinc declaró que el resultado oficial de la votación realidada ayer significaba el rechazo a la petición gubernamental y cerró la Cámara hasta el martes. Esta situación desconcertó al Gobierno Estados Unidos, cuyas tropas esperan la orden de desplegarse en el norte de Turquía. El embajador estadounidense solicitó aclaraciones técnicas.
Arinc, uno de los más prominentes opositores al despliegue de tropas estadounidenses, a pesar de militar en el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), recalcó que "el mundo tiene que observar y entender nuestra decisión". Con respecto a qué pasará con los miles de soldados de Estados Unidos que esperan en bases y puertos turcos, Arinc dijo, sin ocultar su sonrisa: "El Gran Hermano lleva vigilándonos un mes".
Sesión histórica
Mustafá Ozyurek, vicepresidente del grupo parlamentario opositor del Partido Republicano del Pueblo (PRP), dijo que el Parlamento turco había tomado una decisión histórica y había actuado de acuerdo con la opinión pública turca, totalmente opuesta a la guerra contra Irak.
En un claro desafío, muchos de los diputados del partido gubernamental, de tendencia islámica moderada, votaron contra la petición del Ejecutivo islamista moderado. El comité central del PJD se reúne hoy para decidir si presenta o no ante el Parlamento una nueva petición sobre el mismo asunto en la sesión del martes.
La entrada de 62.000 soldados estadounidenses iba acompañada de 225 aviones de combate y 65 helicópteros, todo ello necesario para el frente norte que Estados Unidos quiere abrir en una eventual guerra con Irak. Washington había acordado con Ankara, en concepto de compensación financiera, 30.000 millones de dólares, 4.000 en subvenciones directas, y el resto, en préstamos en condiciones favorables, todo ello tras una durísima negociación. En el terreno político, Turquía había logrado que Estados Unidos autorizase el despliegue del Ejército turco en el norte de Irak en caso de que se produjese un conflicto para frenar el independentismo kurdo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de marzo de 2003