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OPINIÓN DEL LECTOR

Secuelas

La comarca de la Garrotxa ha sufrido recientemente un terremoto de 3,9 grados en la escala de Richter que afortunadamente no tuvo consecuencias. El terremoto dejó patentes graves secuelas psicológicas, fruto de la histérica actualidad internacional. A través de diferentes programas de radio pude comprobar que algunos oyentes que vivieron el seísmo manifestaron que en un primer momento pensaron que les estaban bombardeando.

Debido a la inminente guerra en Oriente Medio y las muestras de fuerza que ha llevado a cabo Estados Unidos, seguidas dócil y triunfalmente por TVE con documentales sobre bioterrorismo y pérfidas conexiones entre París y Bagdad, algunos pensaron que les estaban bombardeando. Si esto no son secuelas psicológicas, en Ribes de Freser esconden armas de destrucción masiva.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de marzo de 2003