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OPINIÓN DEL LECTOR

¿Quién asumirá la responsabilidad?

Estamos asistiendo en los últimos tiempos a una transformación de nuestra sociedad en todos los ámbitos, y por tanto a la pérdida de identidad de las FAS. De un tiempo a esta parte se ha hecho creer a la sociedad que los ejércitos son unas fuerzas de paz cuya misión es interponerse entre bandos enfrentados, auxiliar a las víctimas de huracanes, etcétera. Esta idea ha llegado a calar tan hondo que gran parte de esa sociedad ve con buenos ojos el mantener un importante despliegue humano y de medios en Galicia y la cornisa cantábrica.

En estas condiciones, ¿es posible plantear otras opciones? Yo creo que la situación internacional actual obliga a ello más que nunca. El Gobierno de España apoya la política de EE UU respecto a Irak, mención aparte de que el ejército tiene la misión y la responsabilidad de intervenir en conflictos en caso de ser requeridos (hay tropas en Centroeuropa con tareas difíciles y peligrosas). Sin embargo, hoy, un gran contingente de nuestros militares llevan dos meses recogiendo chapapote, o lo que es lo mismo, llevan dos meses sin adiestrarse.

El momento de la participación de las FAS en la catástrofe del Prestige pasó hace ya mucho tiempo. En las primeras 48 horas desde el hundimiento se podría haber activado una fuerza de unos 10.000 hombres con maquinaria, vehículos, tiendas... capaz de hacer frente a la primera marea negra, y dar tiempo a otros ministerios a organizar una fuerza de trabajo civil.

Siempre, pero ahora más que nunca, es momento de reaccionar para lo que de verdad es la misión de las FAS. Porque en un futuro para el que es obligación de todos estar preparados, ¿quién asumiría la responsabilidad de las primeras bajas españolas cuando éstas se produjeran?, dicho de otro modo, ¿importan más los votos de hoy que los muertos de mañana?

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de marzo de 2003