Las excavadoras que allanan el terreno para la construcción de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto de Valencia se llevaron ayer por delante otras tres casas de La Punta, según explicó la presidenta de la Asociación de Vecinos La Unificadora, Carmen González.
Las órdenes de desalojo y derribo afectaron a la vivienda de José Segarra, un agricultor de 80 años conocido como el Tío Lluesma, que nació en la casa que ayer se convirtió en un montón de escombros. También desapareció la vivienda de su sobrino Salvador Segarra, que la compartía con su mujer y dos hijos. Por la tarde, las máquinas derribaron los muros de la conocida como Barraca del Tío Rosegó, propiedad de Remedios Ricard y su marido. Según denunció de nuevo Carmen González, aunque los propietarios han tenido tiempo de sacar sus pertenencias, han dejado sus casas sin conocer la indemnización oficial que les corresponde.
Hoy está prevista la demolición de otra casa, con lo que serán escasamente cinco las que aún sigan en pie en La Punta, donde la mayoría de vecinos de la asociación, que se ha resistido a dejar la huerta para dar paso a la ZAL, ya han tenido que marcharse.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de marzo de 2003