Bienestar Social priorizará, en la concesión de ayudas públicas, a las residencias de tercera edad acogidas al programa que impulsa la consejería para conseguir 9.021 nuevas plazas en perjuicio de las integradas en el sistema del bono residencia. La nueva orden que regula la financiación de estancias en centros privados subvencionados establece que en la concesión de nuevas ayudas se tendrá en cuenta primero a las plazas vacantes en las residencias nuevas y por detrás a las del bono, un programa que comenzó en 1996. Para el diputado socialista Antonio Torres, este criterio responde al interés de la consejería de "cargarse de forma indirecta el bono". Sin embargo, Bienestar Social explica que el bono no desaparecerá aunque se primará la otra fórmula en cumplimiento del concurso de creación de las 9.021 nuevas plazas.
La orden introduce también otras modificaciones respecto a la normativa vigente. Entre las que endurecen los criterios de admisión de ayudas se encuentra elevar de 60 a 65 años la edad mínima para acogerse al programa salvo motivos excepcionales, elevar el tiempo de empadronamiento en la Comunidad Valenciana de uno a dos años, o, en el caso de aceptar la compañía de personas discapacitadas en la residencia junto al mayor, pasar de una discapacidad del 33% al 65%. También se han introducido cambios con la finalidad de que las ayudas que reciban las personas mayores sean rentas exentas de tributación -al contrario de lo que pasaba hasta ahora- o tener en cuenta la situación de dependencia antes que el orden de solicitud para conceder las subvenciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de marzo de 2003