La Subdirección General de Asilo, dependiente del Ministerio del Interior, ha rechazado al menos 13 solicitudes de inmigrantes iraquíes cursadas desde Ceuta. Ha entregado a los peticionarios una orden de expulsión que la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) considera ilegal "porque no estuvo presente un abogado o un intérprete que pudiera explicarles el alcance de dicha medida".
En Ceuta hay registrados 79 iraquíes, de los que 59 residen desde hace varios meses en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Los 20 restantes han acampado cerca de las instalaciones de acogida, junto a 40 asiáticos. Es precisamente a los solicitantes de asilo que residen fuera del CETI a los que se les ha denegado el estatuto de refugiado. Los afectados se quejan de que no pudieron entenderse con el intérprete por las diferencias entre el árabe clásico y el dialecto del norte de África.
La ONG explica que la asistencia letrada de la que han dispuesto los iraquíes "no ha sido la adecuada durante la entrevista inicial e incluso en el momento en el que recibieron la resolución de inadmisión". Esto implica, según MSF, "que queden en entredicho las garantías que se tienen que dar en un proceso justo de identificación de las personas que huyen de las violaciones de derechos humanos y que requieren protección internacional". La mayor parte de las solicitudes argumentan razones políticas y religiosas. Algunos dicen ser desertores del ejército de Sadam Hussein, aunque la mayoría se definen como musulmanes chiitas, perseguidos por su credo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de marzo de 2003