Las bolsas vuelven a deslizarse por la pendiente que lleva a la zona de mínimos anuales, esta vez debido a la caída en la confianza de los consumidores franceses y por unos cuantos resultados empresariales negativos. La situación geopolítica vive una especie de estancamiento que no favorece la salida de la crisis, lo que mantiene la incertidumbre respecto de esa cuestión.
Los inversores continúan a la espera de acontecimientos y con el dinero a buen resguardo, lo que mantiene muy bajos los volúmenes negociados e impide los intercambios con los precios al alza.
El Ibex 35 cedió el 2,09%, la quinta caída en importancia de este año, y se asoma de nuevo a la zona de mínimos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid bajó el 1,68%.
El peor resultado entre los mercados europeos se dio en la Bolsa de París, que perdió el 3,11% debido a la caída en la confianza de los consumidores al nivel más bajo en cinco años en el pasado mes de febrero.
La debilidad de la situación económica empieza a percibirse entre los consumidores europeos como una amenaza, y ello puede redundar en un recorte de la actividad económica basada en el consumo directo en los próximos meses. Los inversores se pusieron inmediatamente en guardia vendiendo más acciones y los mercados sufrieron el efecto dominó.
La Bolsa de Londres perdió el 1,61% arrastrada por los malos resultados de varias empresas, y Francfort caía el 1,49% poco antes del cierre. La Bolsa de Nueva York se unió a la orientación negativa y bajaba el 0,68% a media sesión.
La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 1.221,02 millones de euros, con una quinta parte de esa cantidad generada mediante operaciones institucionales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de marzo de 2003