Las organización ecologista Greenpeace criticó ayer la autorización por parte del Ministerio de Agricultura de cinco variedades de maíz transgénico. "Es una pena que España tome esta decisión en el momento que los productos transgénicos están más en entredicho que nunca", comentó Juan Felipe Carrasco, responsable de Ingeniería Genética de Greenpeace. España es el único país de la UE que siembra transgénicos con usos comerciales.
Carrasco comentó que se desconocen por completo las graves repercusiones que pueden tener estos cultivos para la salud y el medio ambiente. Criticó la concentración de poder de las empresas que comercializan estas semillas y que están presionando a la UE para fomentar estos productos.
La coexistencia de cultivos es otro de los temas que cuestiona Greenpeace. En Navarra, cinco agricultores ecológicos han perdido esta denominación porque cultivos transgénicos cercanos contaminaron sus productos.
El responsable de Transgénicos de Ecologistas en Acción, José Ángel Guerrero, lamentó que el Gobierno español se desmarque de la línea que sigue la UE que se resiste a ceder a las presiones de EEUU en materia de transgénicos y deje de lado la seguridad alimentaria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de marzo de 2003