La Corte Suprema de Justicia argentina, el máximo tribunal del país, emitió ayer una sentencia en contra de la conversión de los depósitos en dólares a pesos. La decisión supone un duro varapalo para el Gobierno argentino, que pesificó por decreto en enero de 2002. El tribunal le dio la razón al Gobierno de la provincia argentina de San Luis que reclama cobrar 247 millones de dólares o en pesos por su equivalencia (3,21 pesos por dólar en la actualidad). Miles de ahorradores festejaron ayer la sentencia porque abre la vía para que reclamen su dinero en dólares y pone en serios aprietos al Gobierno y la banca.
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La justicia ha propinado al Gobierno argentino un revés de consecuencias imprevisibles con el fallo emitido ayer por la Corte Suprema de este país contra la pesificación de los depósitos. De entrada, provocó anoche una reunión del Ejecutivo para diseñar la estrategia. El ministro de Economía, Roberto Lavagna, dijo en rueda de prensa que "esta decisión de la Corte no altera en absoluto la política económica ni monetaria del país".
Después de un largo tira y afloja el máximo tribunal (correspondiente al Tribunal Supremo español) aceptó la reclamación del Gobierno de la provincia de San Luis para cobrar en la moneda de origen su depósito de 247 millones de dólares (o en su equivalencia en pesos, 3,21 ayer) en el Banco Nación, que fue pesificado por el decreto 214/02, de febrero del 2002, conocido como corralón, y que convirtió a pesos todos los depósitos en dólares u otras monedas extranjeras a 1,40 pesos por dólar.
La decisión, acogida con euforia por los ahorradores, abre la vía a una catarata de recursos de los miles de ciudadanos que tienen atrapados sus ahorros en los bancos. Hay en torno a 100.000 recursos presentados cuyo camino se allana tras esta sentencia.
El fallo judicial establece un plazo de 60 días para que las autoridades provinciales de San Luis negocien con el Banco Nación (en realidad el Gobierno) el montante y la forma de cobrar sus fondos, que desde ayer han quedado redolarizados. Si no llegan a ningún acuerdo, intervendrá de nuevo la Corte Suprema para adoptar una decisión definitiva. Lo que está claro es que la provincia no recuperará los depósitos en efectivo, porque como ha repetido en diversas ocasiones el ministro de Economía, Roberto Lavagna, "los dólares no están".
Pago en bonos
El Gobierno pretende pagar esta deuda con bonos a 10 años, en una medida que evoca el plan Bonex de enero de 1990, que la gobernadora provincial Alicia Lemme no acepta por estimar que las reservas de una provincia "son fondos públicos con fines que no se pueden trasladar a 10 años". "Seguramente, el Gobierno nacional no pondrá mucha voluntad en este tema, como ha hecho hasta ahora. Si persiste en ello, tendremos que negociar con el próximo Gobierno", añadió la primera autoridad de San Luis.
El Ejecutivo que preside el peronista Eduardo Duhalde intentó por todos los medios retrasar un fallo para muchos cantado. En un movimiento desesperado, intentó el martes la recusación de los jueces del alto tribunal (Eduardo Moliné O'Connor, por haber adelantado su opinión en la prensa, y Carlos Fayt, por admitir que tiene un depósito congelado en el Banco Nación). La recusación no prosperó y ayer estos dos integrantes de la Corte Suprema votaron contra la pesificación junto a los jueces Guillermo López, Adolfo Vázquez y Julio Nazareno. Votaron en contra Antonio Boggiano, Augusto Belluscio y Juan Carlos Maqueda.
El fallo ha dado pie a interpretaciones para todos los gustos. La primera dama Hilda Chiche de Duhalde, afirmó estar "asqueada", y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá (duhaldista), calificó la decisión judicial de "ataque directo a la economía argentina".
Fallo 'histórico'
Para otros es un fallo meramente declarativo, mientras que en el otro bando están los afectados, los miles de ahorradores que interpretan que echa por tierra el decreto de pesificación y sienta jurisprudencia. El popular actor Nito Artaza, que se ha convertido en el estandarte de los damnificados como presidente de la Asociación de Ahorradores Estafados, estaba eufórico. "Es un fallo histórico que recorrerá el mundo. Un ejemplo para los ciudadanos argentinos", decía al frente de un numeroso grupo concentrado en la plaza frente a los Tribunales las últimas 48 horas.
Si realmente se produce una catarata de recursos de amparo, los bancos podrían verse obligados a devolver en dólares o su equivalente en pesos los depósitos que fueron pesificados a 1,40 por dólar más el ajuste del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que calcula la inflación. Según el Banco Central, los depósitos atrapados en el corralón ascienden a 18.000 millones de pesos, que un cambio de 1,40 más el CER equivalen a 5.625 millones de dólares. De confirmarse la redolarización este monto ascendería a 8.900 millones de dólares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de marzo de 2003