De entrada y para que mi postura quede clara desde el principio, soy una de las tantas personas afectadas por la proyectada autopista de peaje de Las Pedrizas a Málaga. Hace 10 años nos vinimos a vivir a un paraje perdido y maravilloso: el Arroyo Coche. Esta semana nos enteramos de que la alternativa escogida (E1) atravesará el valle con varios viaductos, túneles y desmontes, provocando un daño irreparable a la naturaleza y a sus habitantes.
Esta autopista de peaje no aportará ningún beneficio a las comarcas que atraviese, sólo perjuicios. Bien distinta sería una autovía que no fuera de peaje que diera comunicación a los pueblos del interior y que, según la otra alternativa desechada (B2), pasaría a 1,6 kilómetros de Villanueva de la Concepción y a 300 metros de Almogía. Si fuese así, estos pueblos estarían ahora peleando por ese trazado. ¿Hasta cuándo el superdesarrollo del litoral a costa del interior?
Se me ocurren más preguntas: ¿Por qué se escoge, además, la alternativa más cara? ¿Por qué se desechó la carretera del arco desde Casabermeja al Guadalhorce y Marbella? ¿Piensa el ministerio, realmente, que una autopista de pago es lo acertado para descongestionar el acceso a Málaga? ¿Qué intereses políticos y económicos están detrás de esta autopista de pago?
Desde ahora hago un llamamiento a los políticos y ciudadanos de la comarca a que rechacen la autopista de pago y a que se exija al ministerio una alternativa que comunique los pueblos del interior. Los vecinos afectados acabamos de empezar nuestra lucha.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de marzo de 2003