Un muñeco de tamaño natural permanece en el suelo de una aula, y tres adolescentes se abalanzan sobre él: uno le hace un masaje cardiopulmonar, otro le aplica el boca a boca, y el tercero busca un móvil para llamar al 061. Esta es una escena que se vivió ayer en el Instituto Joan Manuel Zafra, de Barcelona, donde un equipo del Hospital Clínico enseña a los alumnos cómo intervenir si se tropiezan con una persona afectada por una parada cardiorrespiratoria. "Los chicos deben saber que el tiempo lo es todo: en apenas cuatro minutos empieza el proceso de sufrimiento cerebral", explicó ayer la doctora Blanca Collvinent, miembro del equipo. "Cuesta reaccionar ante un muñeco, pero con una persona de verdad, después del primer susto, haces lo que sea, además de rezar para que el 061 venga rápidamente", dijo Miquel, estudiante de ESO.
La iniciativa, que llegará a 10 institutos de la ciudad, introduce en clase elementos de debate sobre la muerte, las principales enfermedades que la causan y los mecanismos para mejorar la calidad de vida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de marzo de 2003