Cuatro españoles y un paquistaní fueron detenidos ayer por la Guardia Civil en Valencia y La Rioja por su presunta vinculación con un atentado perpetrado en abril contra una sinagoga de Yerba (Túnez) en el que fallecieron 19 personas, la mayoría turistas alemanes y franceses, y que fue reivindicado por Al Qaeda. La operación se desarrolló a requerimiento de la justicia francesa, que remitió una comisión rogatoria al Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, como consecuencia de los datos aportados por los detenidos en Francia por dicho atentado.
La petición cursada a través de la comisión rogatoria francesa motivó que el juez central de guardia, Guillermo Ruiz Polanco, a instancias del fiscal Ignacio Gordillo, autorizara ayer media docena de registros en las provincias mencionadas, así como la detención de cinco personas, presuntos integrantes de un grupo "de segundo nivel" supuestamente vinculado a Al Qaeda.
Las detenciones de cuatro ciudadanos españoles en Valencia fueron practicadas en las inmediaciones de la Feria del Azulejo, donde la Guardia Civil desplegó ayer un aparatoso dispositivo, informa Lydia Garrido.
Una de las personas detenidas, según fuentes relacionadas con el caso, es una mujer española que tiene una firma de estampación en la localidad de Quart de Poblet y con relaciones comerciales con Jordania.
Otra persona, llamada Manuel, fue detenida en Cullera, donde regenta un comercio de artículos de pesca. En el registro del ático que ocupa en el número 35 de la calle de Riu los agentes retiraron cuatro cajas con documentación y varias bolsas.
El detenido en Logroño es Rukhsar Hamed, de nacionalidad paquistaní, quien hace unos meses había abierto en la avenida de Navarra un locutorio telefónico llamado New Lagtal, donde, además, se vendían alimentos para musulmanes. Según informaron a Efe vecinos del inmueble, el local fue adquirido a principios del pasado verano por más de 60.000 euros.
El Ministerio del Interior y la Guardia Civil guardaron absoluto mutismo sobre la operación. No obstante, otras fuentes indicaron que es posible que los detenidos tengan algún tipo de relación con el atentado perpetrado con un camión-bomba el pasado 11 de abril en una sinagoga de la isla tunecina de Yerba, en el que fallecieron 19 personas (14 turistas alemanes, dos franceses y tres tunecinos). El 23 de junio el atentado fue reivindicado por Suleiman Abu Ghaïth, un presunto portavoz de Osama Bin Laden.
La policía francesa detuvo en noviembre a ocho personas por su presunta relación con ese atentado y la comisión rogatoria enviada ahora a España es fruto de las declaraciones prestadas por los detenidos ante el juez antiterrorista francés especializado en terrorismo islámico, Jean Louis Bruguiere. La fiscalía de Alemania también investiga el mismo atentado, el primero tras el 11-S.
Mientras, el juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco no decidirá sobre la puesta en libertad de los 16 presuntos miembros del Grupo de Partidarios de la Corriente Salafista, detenidos el 24 de enero en Cataluña por su presunta vinculación a Al Qaeda, la organización que dirige Osama Bin Laden, hasta después de que hayan declarado de nuevo.
Para ello, el magistrado les ha citado los días 18, 20 y 21 de marzo. La citación se ha pospuesto para que el fiscal Pedro Rubira, que ha relevado a Jesús Alonso en el caso, tenga tiempo de estudiar los varios tomos de que consta la causa.
El jueves vencieron los 40 días de plazo que tenía la justicia francesa para instar la extradición de todos o de alguno de los 16 detenidos dentro de la denominada Operación Lago, a requerimiento del magistrado francés Jean Louis Bruguiere. Francia, por tanto, no ha reclamado la extradición de ninguno de ellos, como ya anunció el juez Bruguiere a su colega Ruiz Polanco, por entender que los detenidos en España no han cometido delito alguno en Francia.
Fuentes policiales aseguran que cinco de los detenidos en Cataluña tienen antecedentes en Argelia por asesinato. Como ese país no ha reclamado a ninguno, se baraja la posibilidad de expulsarlos a sus países de origen, lo que daría lugar a que fueran detenidos nada más entrar en Argelia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de marzo de 2003