"La del Valencia es una defensa galáctica", había advertido el técnico del Atlético, Luis Aragonés. Y lo aparentó durante más de una hora. Sin que la delantera atlética tuviera la mínima opción de atisbar a Cañizares. Hasta que alguien, de pronto, se durmió en el marcaje en un córner de Aguilera y el pequeño centrocampista atlético cabeceó a gol, completamente solo, a escasos metros de Cañizares.
Nada nuevo. El equipo de Benítez, consumado maestro de la estrategia, está viviendo un calvario en las jugadas a balón parado. Ha recibido tres tantos en tres partidos seguidos, lo que ha reducido sus opciones tanto en la Liga como en la Champions. Enormes despistes defensivos impropios de la experimentada defensa valencianista que están causando estragos. Primero fue Totti, hace una semana y media, quien descubriera el agujero en pleno corazón de la considerada como mejor zaga de España. El media punta también cabeceó solo tras otro saque de esquina en el primer gol romanista en Mestalla (0-3). Y abrió la veda.
Porque, apenas unos días después, le tocó el turno a Edu, el delantero brasileño del Celta, que remató a gol un centro de falta mientras su marcador, Ayala, había perdido su rastro. Se habló entonces de cansancio mental de algunos de los defensas y, tal vez por eso, Benítez le dio ayer descanso a Pellegrino para que entrara Marchena. El refresco, sin embargo, tampoco surtió efecto. Aguilera, pese a sus poca estatura, volvió a aparecer en los peores sueños de los zagueros valencianistas. Con esta cruz, y sin apenas tiempo para rectificar, viajará el Valencia mañana lunes a Ámsterdam, donde necesita superar al Ajax, que ayer goleó (0-5) al Zwolle en la Liga holandesa, para seguir vivo en la Liga de Campeones.
"Que nos hagan hecho otro gol a balón parado me preocupa relativamente", dijo el técnico Rafa Benítez tras el choque, a lo que añadió: "Me preocupa más que no hayamos tenido el control del partido en la primera parte. Tenemos unas virtudes y unos defectos que no se quitan de un plumazo. No es un problema de los nombres sino de estar convencidos", explicó respecto a las rotaciones.
La estrategia, pues, desmoronó la reacción del Valencia, mucho mejor en la segunda que en la primera parte. Sobre todo por lo que respecta a De los Santos, que mejoró de manera ostensible. Desde que llegara a Mestalla hace dos temporadas, el uruguayo no ha superado la presión del estadio valencianista.
En el otro bando, Luis Aragonés resumía el partido de forma tajante: "Hoy ganó el mejor, que ha sido el Atlético". El técnico madrileño no escatimó elogios al Valencia, al que calificó como "un pedazo de equipo" que, sin embargo, "se vio suporado por otro que mejora día a día".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de marzo de 2003