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AMENAZA DE GUERRA | La lucha contra el terrorismo

Críticas a Ana Botella en un acto electoral por la actitud de Aznar ante la guerra

Ana Botella, candidata del PP a edil del Ayuntamiento de Madrid y esposa del presidente del Gobierno, tuvo que afrontar ayer en un acto electoral en Leganés los reproches de un grupo de ciudadanos por el apoyo de José María Aznar a las tesis de George W. Bush en favor de un ataque militar a Irak.

-¡No a la guerra! ¡No a la guerra!, gritaron varios pacifistas.

-También hay mujeres a las que Sadam Husein [presidente de Irak] mata todos los días, replicó Ana Botella.

-Y el señor Bush también, le dijo uno de los manifestantes. Otro añadió: "En Israel matan palestinos".

-Pero, ¿y creéis que la legalidad internacional hay que respetarla o no?, les preguntó Botella.

- No queremos que maten a las mujeres iraquíes, respondió uno de los asistentes. Y otro agregó: "La guerra no es una solución. ¿Se termina el terrorismo con la guerra?".

-Se está intentando que no haya guerra, defendió Ana Botella.

- No, su marido está intentando que haya guerra, le replicó uno de sus interlocutores.

- No, no, no. Está trabajando para que no haya guerra y para que, si es posible, Sadam Husein se vaya al exilio, defendió Botella.

-¿Y los españoles tenemos que creérnoslo?, inquirió una mujer.

-Bueno, yo te lo digo. Tú eres muy libre de creerte... Pero yo... Todos somos pacíficos aquí y podemos hablar, replicó Botella.

-Lo que no queremos es guerra, insistió uno de los presentes.

-Yo también soy pacífica, atajó Ana Botella.

-¡Usted no es pacífica, usted no es pacífica!, le gritó una mujer.

-Lo que no se puede hacer es seguir a EE UU de esa manera, como lo estamos siguiendo, añadió otro participante en la discusión. Una mujer le espetó a la candidata a edil: "Perdone que se lo diga, pero yo no me voy a sentir nunca representada por usted".

-Eh..., yo te acepto tu opinión, pero yo sí soy pacífica, respondió la esposa del presidente.

-¡No a la guerra!, ¡no a la guerra!, corearon los pacifistas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de marzo de 2003