Rusia considera "completamente irreal" que Irak confirme su desarme total para el 17 de marzo y hará "lo que pueda para evitar que la resolución pase en el Consejo de Seguridad", dijo ayer el viceministro de Exteriores ruso, Yuri Fedótov.
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El "ultimátum" para el desarme hace que el texto de la resolución sea "más duro y más dirigido al comienzo de una guerra", señaló el funcionario a su llegada desde Nueva York a Moscú. "Rusia no puede apoyar este documento. Consideramos que esta resolución no pasará el Consejo de Seguridad", agregó, según la agencia Itar-Tass. A la pregunta sobre el recurso al veto, Fedótov contestó que "en el arsenal de Rusia como miembro permanente del Consejo de Seguridad, hay muchos métodos para no permitir que se adopte una decisión equivocada" y el uso del veto "es uno de ellos". "El proyecto puede no obtener una mayoría", pero "si la obtiene, no pasará, porque Rusia, Francia, Alemania y China son extremadamente negativas respecto a él.
El jefe de la diplomacia francesa, Dominique de Villepin, emprenderá hoy un viaje relámpago de tres días por Angola, Camerún y Guinea, los países africanos que forman parte del Consejo de Seguridad, indecisos respecto al voto del proyecto de resolución que abre las puertas a la guerra.
Este esfuerzo de De Villepin se inscribe en la voluntad francesa de impedir que la resolución belicista alcance los nueve votos necesarios en el Consejo de Seguridad, ahorrando así el desafío del veto a los países contrarios a la guerra. Pero el presidente francés, Jacques Chirac, está decidido a impedir la aprobación de la resolución.
Chirac planea acudir al Consejo de Seguridad, razón por la cual De Villepin propuso el viernes que el voto se efectúe entre jefes de Estado o de Gobierno. "Decretar la muerte o la vida es una responsabilidad que debe ser asumida al máximo nivel", argumentaban ayer en París fuentes próximas a Chirac.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de marzo de 2003