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AMENAZA DE GUERRA | El veto de París

Chirac: "En cualquier circunstancia, no"

El presidente francés se opone a una resolución que "plantea un ultimátum y autoriza la guerra"

El presidente francés, Jacques Chirac, confirmó anoche que su país vetará la resolución que "plantea un ultimátum a Irak y, por resumir, autoriza la guerra", durante una entrevista en televisión. Chirac no teme represalias económicas por parte de "un país liberal como EE UU", aunque admitió que puedan producirse "consecuencias epidérmicas" por esta decisión. Chirac auguró un desarrollo del terrorismo y el estallido de la coalición internacional antiterrorista creada a raíz del 11-S en caso de que Bush inicie una guerra sin la ONU. En la entrevista, Chirac anticipó su impresión de que, anoche, Washington no había reunido los nueve votos necesarios para lograr la aprobación de la resolución presentada por España, Reino Unido y EE UU.

"Colin Powell ha dicho que sí", le interrumpió uno de los periodistas -la entrevista fue realizada por los presentadores de los dos principales informativos de la televisión francesa-, y Chirac le replicó: "Puede haber una mayoría en contra de esa resolución o una mayoría a favor. Cualesquiera que sean las circunstancias, Francia votará no. Y como ustedes saben, cuando uno de los cinco miembros permanentes del Consejo vota en contra de una resolución, no puede ser aprobada".

El presidente manifestó también su "sentimiento" de que China y Rusia mantendrán la misma posición que Francia. No tiene decidido si acudirá a Nueva York para presentar el veto francés: eso dependerá de que viaje "una mayoría de jefes de Estado o de Gobierno" de los países miembros del Consejo de Seguridad.

Chirac reveló que la idea de organizar una reunión al máximo nivel para votar "la guerra o la paz" había sido suya. En el caso de que la sesión se celebre, no quiere que se hable sólo de Irak, sino del desarme de Corea del Norte y de cómo resolver la crisis de Oriente Próximo. Si hay guerra, ésta será unilateral y -aunque no lo dijo expresamente- Francia lo considerará como una violación del derecho internacional.

En otras palabras: el presidente francés se sitúa ya más allá del veto a un ataque militar. Lo que pretende es convertir ese "no" en un mecanismo positivo de solución de crisis internacionales: un invento de nuevo cuño, el Consejo de Seguridad a escala de jefes de Estado y de Gobierno, embrión de ese mundo "multipolar" que Chirac defiende frente a la hegemonía estadounidense. Y a pesar de la patente división europea, intentó aportar más elementos positivos: "Yo conozco bien Europa, sé cómo funciona. Cuando la crisis termine, saldrá con una fuerza renovada, como siempre que se han producido crisis".

Chirac repitió anoche que el objetivo de la comunidad internacional es el desarme de Irak, un país que reconoció "peligroso" pero que, a su juicio, puede dejar de serlo "en unos meses" gracias ala labor de los inspectores de Naciones Unidas.

"No quiero polemizar con los norteamericanos. Estamos en el terreno de los principios. Hay un problema moral: ¿es que van a ir a la guerra cuando hay un medio de evitarla?". Chirac no comprometerá fuerzas militares francesas en Irak "sin una decisión previa de la ONU", y esa decisión es innecesaria "mientras los inspectores no nos digan que no pueden continuar con su trabajo y que Irak ha dejado de cooperar". En caso de guerra, "será necesario asociar a todos para reparar los daños", y en ese terreno supone que Francia mantendrá su espacio.

Horas antes, el canciller alemán, Gerhard Schröder, había confirmado que Francia, Rusia, China y Alemania "comparten la idea de que no hay razón alguna para interrumpir las inspecciones en Irak". Acerca del veto a la resolución que plantea el ultimátum, Schröder se limitó a manifestar su respeto por la "decisión soberana de Francia".

Todas estas intervenciones se produjeron mientras el soldado Dominique de Villepin, ministro de Exteriores francés, volaba de Angola a Camerún, y de este país a Guinea-Conakry, para ver en un solo día a los gobernantes de los tres Estados africanos de los que puede depender la resolución.

De Villepin precisó a los periodistas que cubren su viaje que Francia no está presionando a los africanos para que recaiga sobre ellos el "peso" de rechazar la resolución. "Daremos ejemplo y marcaremos plenamente el rechazo de una tal resolución si ésta es presentada", afirmó. Todo parece indicar que De Villepin no logró convencer a Angola, que no hará un gesto contra EE UU cuando su presidente, Eduardo dos Santos, necesita ayuda financiera tras una contienda civil que ha durado 27 años.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de marzo de 2003