Los niños adoptan una actitud de recogimiento, entre el divertido asombro y el respeto, en cuanto pisan el Parlament de Catalunya. "¡Es mil veces más grande que mi casa! ¡Cuántas alfombras!", aciertan a exclamar algunos. El resto abre mucho los ojos y sigue las explicaciones de su historia y funcionamiento por parte de experimentados guías mientras pasean por los recovecos de este histórico edificio situado en el parque de la Ciutadella. Todos los años el Parlament recibe la visita de 18.000 alumnos de toda Cataluña: son sus primeros pasos en el complicado mundo de la democracia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de marzo de 2003