El radar instalado por el Servicio Catalán de Tráfico en la carretera C-17, a la altura del término de Tagamanent (Vallès Oriental), ha sufrido el tercer sabotaje en los tres meses que lleva en funcionamiento. En la madrugada del lunes, algún desconocido rompió con una maza el vidrio de la cámara que fotografía los vehículos que sobrepasan el límite de velocidad. Los técnicos repararon los desperfectos y el radar vuelve a estar en funcionamiento. En poco más de un mes, este radar detectó 423 conductores que circulaban por encima de la velocidad permitida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de marzo de 2003