Los tres jóvenes que permanecían en la prisión de Picassent desde el pasado octubre acusados de varios delitos de carácter terrorista fueron puestos en libertad ayer. El magistrado del Juzgado de Instrucción número dos dictó ayer un auto por el que quedaban en libertad, con acusaciones aún no precisadas.
Ingresaron en prisión por orden del magistrado del Juzgado de Instrucción número dos de Valencia. Los acusó entonces de delitos de lesiones, daños, apología del terrorismo y banda armada. Fueron detenidos tras, supuestamente, destrozar a palos tres inmobiliarias de Valencia y lesionar en la cabeza al gerente de una de ellas. Tras varios meses de investigación, el juez sostuvo las acusaciones de carácter terrorista y se inhibió por ello en favor de la Audiencia Nacional, a quien efectivamente corresponde enjuiciar los asuntos relacionados con el terrorismo. Pero hace poco más de una semana, la Audiencia Nacional rechazó la calificación de los delitos como de tipo terrorista y devolvió la causa a Valencia por entender que es en esta jurisdicción donde deben ser enjuiciados los hechos. A renglón seguido la defensa de los acusados planteó al juez que decretara la inmediata libertad dado que las circunstancias del procedimiento habían cambiado y ninguna de las razones que sirvió para justificar la prisión preventiva, por la vasta condena que se preveía, tenían valor en el nuevo escenario. El juez, que anunció que recurriría al Tribunal Supremo la decisión de la Audiencia Nacional, dictó ayer el auto de libertad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de marzo de 2003