La guerra, aun sin haber empezado, ya se deja sentir en las compañías aéreas. La incertidumbre que el conflicto de Irak ha provocado, y la situación económica que vive Europa, han llevado a Iberia a reducir su oferta de vuelos un 4% en el mes de marzo y un 3% en abril. Según afirmó ayer el consejero delegado de la compañía, Ángel Mullor, si la guerra estalla, Iberia tiene previstos ya planes de contingencia.
En un encuentro con la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Mullor afirmó que la actual situación -"no saber qué va a ocurrir"- hace que la compañía tenga que revisar sus planes aproximadamente cada 15 días. Si el conflicto estalla, Iberia calcula que puede perder un 6% del número de pasajeros transportados por milla mientras dure la guerra. Según sea la duración del conflicto, la compañía prevé adoptar distintas medidas, desde el retraso en la entrega de aviones al aparcamiento de aeronaves en tierra e, incluso, la reducción de la flota hasta 135 naves desde las 146 que tiene ahora y las 175 que tiene previstas a corto plazo. La aerolínea ha descartado de momento aumentar sus tarifas, algo que otras compañías ya han anunciado, así como aplicar nuevas regulaciones de empleo.
Pese a la dificultad del momento, Mullor afirmó que los datos del primer trimestre en Iberia quedarán "por encima de lo previsto", gracias al buen comportamiento del mercado latinoamericano. Por lo que se refiere al encarecimiento del combustible, Mullor indicó que Iberia tiene garantizado el 90% del suministro durante el primer semestre del año y el 40% en el segundo a un precio de entre 22 y 26 dólares por barril de brent.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de marzo de 2003