Quiero agradecer al Ayuntamiento de Madrid, y en especial a la Concejalía de Limpieza Urbana, el trabajo y el empeño que han puesto en mejorar la limpieza de Madrid, lo cual se ha notado de manera muy efectiva en Carabanchel.
Gracias a las nuevas máquinas para recoger excrementos caninos, es ahora cuando se puede pasear por nuestra ciudad sin miedo a pisar ningún regalito de estos animalitos. Espero que sigan esforzándose como hasta ahora para que Madrid sea la capital más limpia de Europa y así los madrileños estamos orgullosos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de marzo de 2003