Los vascos creen que el Gobierno central está minimizando los efectos del vertido causado por la catástrofe del petrolero Prestige, según revela una encuesta realizada entre el 26 y el 28 de febrero pasado, con mil entrevistas, por el Gabinete de Prospecciones Sociológicas del Gobierno vasco. De hecho, el 79% critica la actuación del Gobierno español ante este desastre, con el agravante de que "minimiza los efectos del vertido", mientras que un 60% aprueba la gestión del Ejecutivo vasco.
Aunque los encuestados reparten las culpas de lo sucedido entre las diferentes administraciones involucradas en la gestión de la catástrofe, la mayor crítica es para las autoridades europeas por no haber tomado medidas después de otras catástrofes anteriores, algo que sostiene el 80% de los consultados. También culpan, en orden descendente, a las autoridades españolas por alejar el buque de la costa, a la empresa petrolera y al armador.
Los vascos son pesimistas respecto al futuro del vertido: el 60% cree que lo peor está aún por llegar y un 89% que las consecuencias de la catástrofe se solucionarán a largo plazo. Finalmente, un 78% asegura estar dispuesto a cambiar sus hábitos de vida para reducir el consumo y la dependencia del petróleo
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de marzo de 2003